martes

EL CORAZON NO TIENE DUEÑO


Al final
con la lluvia golpeando el cristal,
sin rencor,
sin cariño, sin fe, sin amor,
yo te vi
con la mano tendida hacia mi
y el adiós
se hizo abismo profundo en los dos.

Qué quedó
de aquel tiempo tan nuestro que huyó,
que se fue
con tus sueños de amor y tu fe,
con mi sed
que no pude apagar esta vez,
con dolor
de quedarme otra vez sin amor.

El corazón es tan pequeño
que no es capaz de guardar
una ilusión,
el corazón no tiene dueño
y al viento quiere volar
el corazón.

Al cruzar
el dintel de la puerta y marchar,
lo peor
fue sentir escapar mi valor,
me encontré
tan cansado,
tan rota mi fe
que sentí
el vacío muy dentro de mí.

Empezar
otra vez la aventura de andar,
de volver
a vivir, a sentir, a querer,
para mí
qué difícil lo encuentro yo así,
con el don
de un pequeño y cruel corazón.

El corazón es tan pequeño
que no es capaz de guardar
una ilusión,
el corazón no tiene dueño
y al viento quiere volar
el corazón.

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